¿Existe
El libro de los afrodisiacos? ¿Es
cierta la historia del Codex Gigas?
¿Hasta qué punto es verdadero El
manuscrito de Nodín? Son algunas interrogantes que surgen al leer El libro de las lecturas perdidas. Y no
nos queda duda de que el mundo es un lugar lleno de misterios celosamente recogidos
en libros inescrutables que permanecen velados en míticas bibliotecas.
Sebastián
Beringheli ha reunido en esta miscelánea de setenta y dos entradas, artículos
representativos de algunos libros que han sido prohibidos por su contenido
extraordinario, sobrenatural, mágico; es decir, prohibidos por descubrir esas
categorías que pertenecen a un orden desconocido que reside traslapado en situaciones
cotidianas. Basta sumergirse en las páginas de El libro de las lecturas perdidas, para atisbar, con el rabillo del
ojo, el paso veloz de celajes que invitan a ingresar a otra dimensión.
En
este arqueo de títulos excepcionales, Sebastián Beringheli no solo reseña una
serie de libros proscritos, sino que, a la vez, hace su lectura y narra una
historia que surge de los costados de esos fenómenos furtivos que van
apareciendo en las diversas entradas. De esa manera nos muestra que, a pesar de
las disímiles connotaciones de los tópicos tratados, el hilo conductor que los
hermana es lo sobrenatural. Es esta condición abisal la que enhebra cada tema
hasta componer un tejido que da cuenta de universos fantásticos que asombran,
aún más, al constatar hechos absolutamente reales y registrados en algunos de
los libros que aquí refiere.
Un
libro puede ser muchos libros, como se nota en este trabajo de Sebastián
Beringheli, quien ha trazado una geografía bibliográfica sugestiva y atrayente,
amalgamada con historias prodigiosas, fantásticas, con esa mezcla inmensa de
pasión por lo oculto que las hace entrañables, a pesar (o quizá por eso mismo)
de su naturaleza insondable.
Les Quintero
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